Poder que mata

20 May

El estreno de Poder que mata en esta semana cae como anillo al dedo. Luego del revuelo que se armó con el asesinato de Osama Bin Laden por parte de las tropas americanas, de la variedad de opiniones que conocimos en relación al gobierno de Barack Obama, si alguien descreía de todo lo que está pasando, esta película no hace más que levantar desconfianza hacia el gobierno yankee.

La película cuenta la historia de Valerie Plane, una agente encubierta de la CIA, y su esposo Joe Wilson, diplomático de USA que ejercía en África. En la lucha contra oriente por las armas nuclearas, la CIA envía a Joe a África con el fin de conocer si ellos le vendieron uranio a Irak. Joe claramente, no encuentra nada, pero la sorpresa de él se presenta cuando escucha por cadena nacional las declaraciones del Presidente Bush, quien da a conocer que Irak está comprando uranio como parte de un plan para armarse de equipamiento nuclear que en un futuro podría ser usado contra la nación americana. Ante dicho descubrimiento Wilson decide publicar una nota en el diario aclarando lo que él vio en su viaje y como se desarrollaron las cosas según los conocimientos reales del tema. La Casa Blanca decide tomar represalias contra la familia Wilson delatando la identidad secreta de Valerie, teniendo en cuenta lo que eso conlleva.

De la noche a la mañana, el mundo de Valerie se derrumba, es despedida de su trabajo, sus amigos le tienen miedo, sus contactos alrededor del mundo temen por su vida, y su matrimonio camina en la cuerda floja. Para colmo, Valeria y Joe tienen maneras muy distintas de afrontar esta conspiración contra sus vidas. Mientras ella decide callarse y dejar que el tiempo pase y canalice sus penas, Joe quiere todo lo contrario; se presenta en conferencias, programas de TV y recurre a todo lo posible para limpiar el nombre de su familia.

Poder que mata nos muestra una realidad desconocida sobre Norteamérica; una historia cruda, fuerte y dura; sobre todo si consideramos que está basada en hechos reales. La vivencia de esta pareja fue suficiente como para tirar por tierra su buena reputación e inclusive su matrimonio. De golpe se ven envueltos en un escándalo casi irreal que día a día se vuelve más complicado.

Una historia bien contada y efectiva, quizás un poco complicada para los que somos completamente ajenos a la política americana, pero sin duda vale la pena. De más está decir que Sean Penn se come la película; su actuación literalmente arrasa con todas las demás del film, dejando a una actriz como Naomi Watss en una posición minúscula.

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